La humanidad, evoluciona para bien, lentamente, SÍ; aunque en ocasiones nos parezca que no, que hay una regresión. Tenemos menos guerras, menos hambre, menos mortalidad infantil, más derechos para los más vulnerables, menos golpes de estado, menos penas de muerte, menos enfermedades mortales, más consciencia democrática, más consciencia ambiental, más consciencia moral o ética, más riqueza, más bienestar. SÍ: las cifras, los hechos, nos muestran la evidencia y cualquier tiempo pasado no fue mejor, ¡fue peor!
Una forma de apreciar esta evolución es ver como cambian los eslóganes de las marcas en su interés por convertirse en una marca ética y no perder valor para sus consumidores.
En 1988, el publicista Dan Wieden consiguió que su cliente NIKE aceptará este eslogan para competir contra Reebok: «Just do it» (Hazlo o simplemente hazlo), inspirado en las últimas palabras del preso Dari Gilmore en 1977, antes de ser ejecutado.
En 2018, 30 años después, el eslogan de NIKE dio un giro y adoptó: «Believe in something. Even if it means sacrificing everything» (Cree en algo, incluso si eso significa sacrificarlo todo). Este eslogan procede de Colin Kaepernick, deportista que se convirtió en la cara del movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan), al arrodillarse durante el himno americano antes de un partido. En definitiva, un eslogan basado en principios: de respeto, igualdad y humanidad.
En mis talleres de desarrollo del Liderazgo suelo citar el «Just do it» para contradecirlo con un «¡No, no lo hagas, piénsalo!» más acorde con la esencia del autoliderazgo.
Desde mi punto de vista «Just do it» sublima el individualismo-egoismo-impulsivo-compulsivo-reactivo, ¡el ego dominado por los deseos o impulsos! el Yo puedo, Yo lo merezco, Yo primero… ¡primero lo hago y después, ya veremos que pasa!
Aún me acuerdo de las noticias sobre robos con fuerte violencia física para apropiarse de unas Nike, o de los berrinches de hijos con sus padres por tener esta marca de zapatillas.
Y ante el eslogan «Just do it» podemos preguntarnos: ¿Y los demás?, ¿y el planeta?, ¿y las consecuencias?, ¿y si te arrepientes?, ¿y si perjudica a alguien?, ¿y si es la peor elección
¡En fin! Se ha sublimado tanto el ser determinado, resolutivo, atrevido, valiente, decidido en suma, que se nos ha olvidado nuestra cualidad de seres racionales, el buen hábito de pensar lo que hacemos, lo que decimos y lo que nos proponemos. ¡Pensar, razonar!
Ya lo decía Marco Aurelio en sus Meditaciones: ¡Somos seres sociales con alta capacidad de razonar! ¡La felicidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos!
Y ¿ tú? ¿Sientes que tus pensamientos y razonamientos mandan, predominan en tu forma de ser y hacer?
Y si aún no ¿a qué esperas?
Con cariño para todos. Joaquín Marí.
*Nota. Por favor, agradeceré el feedback de los que lo leáis: discrepancias, matices, acuerdos, comentarios en LinkedIn… ¡alguna señal humana! De otro modo el escribiente se siente ciego, sordo y desorientado. Ya dije al iniciar el blog, que mi propósito era establecer un diálogo, y que no tengo vocación de monologuista. Gracias.
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