En Reinventar las Organizaciones, Frederic Laloux ya indicaba que el paso de la organización Verde a Teal no era solo una evolución, sino que implicaba una transformación trascendental. Asimismo, Maslow, que en sus últimos escritos indiciaba un estadio superior al de la autorrealización que denominó «autotrascendencia».

Desde mi experiencia, la pirámide de Maslow no deberíamos leerla como un continuo o escalera de necesidades. Cuando una persona llega a avanzar significativamente en su autorrealización, las necesidades de reconocimiento, pertenencia o seguridad dejan de tener sentido como tales; porque en la autorrealización hay otro nivel de consciencia más profundo, donde la identidad ya no viene desde fuera —de los demás— sino desde dentro de uno/a mismo. Siempre vuelvo una y otra vez a Maslow, ¡qué gran aportación la de esta persona: sin perder vigencia y utilidad!

Así, nos quedan Cuatro Vías para descubrir a nuestro yo real y nuestra versión más auténtica y por tanto para avanzar en nuestra autorrealización:

1ª La realización con respecto a uno mismo/a.

A través del proceso de integración de todos los eneatipos, el descubrimiento del yo real, el proceso de sanación de la herida básica, la depuración de las creencias inútiles o desfasadas, la racionalización de los deseos y aversiones, y en general el dominio de uno mismo/a, de sus energías e impulsos. El resultado: la libertad para elegir qué se obtiene de todo este proceso: la integridad ¡ser uno! Los psicólogos trabajan mucho esta vía o ¡eso creo!

2ª La realización ligada a los demás.

Aquí crear y fortalecer las relaciones a través de la práctica de la inteligencia relacional permiten abrirnos a ver a los demás como personas, aceptarlos, comprenderlos y relacionarnos sin afectaciones o distorsiones; sin utilizarlos para nuestros deseos, necesidades o proyecciones.

3ª La realización a través del ámbito profesional o laboral.

¡Esta es la que trabajo como facilitador, mentor o coach, ¡que más da!

Sí, nuestros programas de desarrollo, y en especial el programa TEAL entroncan con esto: nos realizamos a través de la realidad y nuestro trabajo es una magnífica vía para integrar todo nuestro desarrollo. Sí, nos realizamos personalmente y desarrollamos nuestro potencial a través de la realidad. En la empresa es donde más y mejor podemos poner a prueba nuestro ego y carácter, con los roles que nos tocan desempeñar y las relaciones que nos toca crear y mantener. Trabajar la autorrealización en este contexto es un reto, y a la vez un medio formidable para lograr la autorrealización ¡Quiero ser un buen profesional, quiero disfrutar, no sufrir, y quiero hacer un buen trabajo en una organización!

Al final, somos seres prosociales y ¡hacemos más juntos que por separado! Por cierto, en esta vía también se integran y se trabajan las otras tres, porque en el camino de la autorrealización es integral y no existen barreras infranqueables.

4ª La realización vinculada a asumir nuestro lugar en la sociedad.

¡Convertirnos en una persona consciente para un mundo más consciente! Aceptando libremente nuestra responsabilidad y sus implicaciones.

Saludos para todos, Joaquín Marí.

(Fotografía de Clark Tibbs en Unsplash)

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